
Una de las características que más admiro en un deportista, sea cual sea su nivel, es el compromiso consigo mismo, es decir, que valore el tiempo que dedica a su entrenamiento que suele ser el mismo tiempo que cierra a otras actividades o entornos sociales, porque hacia el entrenador se entiende que ya se tiene compromiso desde el primer segundo en que el deportista escucha y atiende sus instrucciones. Y para ayudarle a que logre este compromiso, tengo que lograr primero que sea sistemático a la hora de entrenar, que respete su descanso, controle sus entrenamientos suaves y se exija en los entrenamientos fuertes y dirija todos sus esfuerzos hacia el objetivo con diligencia.
Todo lo anterior está basado y dirigido a respetar el principio más básico e importante del entrenamiento, el principio de INDIVIDUALIZACIÓN, por el cual cada deportista debe ser atendido por su entrenador en función de sus propias necesidades, sus propias características fisiológicas, físicas, sociales y psicológicas y planificar su entrenamiento encuadrando todas estos factores en un mismo plano para que interactúen positivamente hacia el rendimiento, insisto, ya sea cuidar la salud mediante el deporte, o ganar el campeonato del mundo de Cross alpino.
Obedecer este principio básico es sencillo cuando tratas con un deportista de elite profesional que se gana la vida con lo que hace y no existen interferencias en su preparación, más que las propias inherentes al entrenamiento. Sin embargo, en muchas ocasiones y sobre todo en clubes deportivos donde el 99% son deportistas populares, amateurs o como queramos denominarlos, o al menos el mío, aparecen dificultades que chocan directamente con esta orden, por un sencillo motivo, quieren disfrutar y compartir su felicidad con gente que vive de forma semejante a él, en este momento, aparece el grupo.

Ser respetuosos con el principio de individualización es básico para lograr el éxito, y esto implica entrenar en las zonas metabólicas de cada deportista correctamente, entre otros muchos factores, pero si atendemos a la parte más profunda de este concepto tenemos que pensar que la raza humana es una especie gregaria por naturaleza, lo llevamos en los genes y no podemos evitarlo, por lo tanto podríamos pensar que el entrenamiento en grupo debería ser una parte fundamental de la preparación de un deportista hacia el rendimiento, y sé bien que esto pone en contradicción todo lo mencionado anteriormente, pero si la semana pasada hablaba del sentido común de un entrenador como cualidad principal, aplicarlo en este caso y aplicarlo correctamente es tarea complicada, pero obligatoria.
Cuánto o cómo debemos aplicar este profundo concepto de la individualización depende de tantas cosas como deportistas tengas en un grupo tan heterogéneo como podría ser el club deportivo al que antes hacía mención, pero a mí la experiencia me ha demostrado que bien manejado, el grupo es una de las mejores herramientas para el deportista y su éxito.
Expongo mi caso y la dirección técnica de un club de casi 40 personas en rangos de edades de 25 a 50 años con objetivos totalmente diferentes y por supuesto, capacidades y perfiles fisiológicos distintos, a las cuales junto para entrenar en tres sesiones de entrenamiento de carrera a pie, natación y ciclismo a la semana. Conseguir beneficios de un entrenamiento que en el que, a priori, cada uno debería ir a ritmos diferentes, o incluso cuando en su planificación no hubiera encajado una sesión del tipo que se va a realizar en ese día concreto, es cuestión de organización, sentido común y conocimiento personal de cada uno de tus deportistas, dividiendo en subgrupos de características similares, priorizando en perfiles fisiológicos.

Y con esto abro el debate, ¿puede ser esto positivo? ¿Es negativo ya que desatendemos el principio básico de la individualización?, ¿hay estudios que certifiquen esto?
Si pudiéramos poner en una balanza y valorar los beneficios y las posibles contraindicaciones de un entrenamiento de este tipo en un entorno como es el de un club deportivo, con total seguridad el lado de los beneficios pesaría mucho más y por lo tanto el resultado sería positivo.
No voy a enumerar los beneficios del grupo,, ya que como dije en el primer post, esto no va a ser un copia y pega de la información que está al alcance de todos en la red, sino que voy a basarlo en mis experiencias personales y en reflexiones que hagan mover distintos puntos de vista cuanto más críticos mejor, por eso invito a esos deportistas que insisten en el entrenamiento en solitario, a que prueben a beneficiarse de un buen grupo, bien dirigido y consolidado, a disfrutar y compartir experiencias, y compartir los éxitos diarios que son muchos, esto multiplica la sensación de felicidad que a la postre, debe ser el único fin de cualquier deportista que no sea profesional.